Nadie podía imaginar hace unos 10 años, que en un gran país como la Argentina, arruinado y saqueado por la clase política, se convertiría a día de hoy en uno de los grandes motores en materia de pequeñas y medianas empresas de su continente.
El país de Maradona, Evita, y tantos otros tiene una gran tradición respecto a las Pymes, con un dato histórico llamativo. En el año 1974, este tipo de empresa, ocupaba el 50,8% del personal activo, y más de un 25 % de la producción nacional eran generados por las Pymes.
Datos más abrumadores, que reflejan la importancia de estas pequeñas empresas en Argentina, son los que nos dicen que entre los años 2003 y 2004, el 92% de los puestos de trabajos creados y ofertados, vienen por parte de las Pymes, y tan solo el 8 % restante de las grandes firmas. Recordemos que estos fueron los años críticos de este país, donde comenzaba a levantarse muy lentamente. Y como podemos observar con los datos en la mano, las pequeñas y medianas empresas fueron las encargadas de llevar la reconstrucción adelante.
El presente nos sigue mostrando el mismo panorama que hace 10 años atrás, o quizás deberíamos decir mejor. El 15 % de las ventas nacionales argentinas fuera de sus fronteras son generadas por las Pymes. Un porcentaje tres veces superior al resto de países de América, que generan el 5 % de sus exportaciones. Según el Ministerio de Industria de la Nación, desde 2003 a la fecha, han surgido 2000 nuevas pequeñas y medianas empresas en Argentina.