Los depósitos a plazo son un producto que consiste en la entrega de una cantidad de dinero a una entidad bancaria durante un tiempo determinado. Transcurrido ese período de tiempo, la entidad devuelve el dinero, junto con los intereses previamente pactados. También puede ser que los intereses se pagan periódicamente en tanto dure la operación. Los intereses se liquidan en una cuenta corriente o libreta que el cliente deberá tener abierta en la entidad al comienzo de esta operación.
A día de hoy hay una gran cantidad de productos de este tipo, desde los depósitos de ING DIRECT que se pueden ver en http://www.ingdirect.es/depositos-ing/ hasta los de La Caixa, Banco Sababell, Banco Pastor, Deutsche Bank y otras entidades bancarias que ofertan este producto.
El principal beneficio de un depósito a plazo es la seguridad de no perder el capital y de cobrar un interés fijo determinado de forma segura y fiable. En momentos de incertidumbre en los mercados financieros, puede ser una buena idea para sacar un beneficio económico a los ahorros que uno tiene. Hay productos que ofrecen mayor rentabilidad, pero también un mayor riesgo (y posibilidades de perder el dinero).
Se puede apostar por un depósito a plazo si uno tiene un dinero extra que no va a necesita durante un cierto período de tiempo. También es una buena opción para no arriesgar el dinero de los ahorros. Y, encima, se puede lograr un tipo de interés igual o mayor que con otros productos bancarios.
El depósito a plazo al ser de interés fijo es seguro pues no le afectan las fluctuaciones de valor que se dan en otros fondos o instrumentos que implican adquirir valores o acciones.
