Máquinas para churros, una inversión de futuro
¿Quién no se ha levantado un domingo, un festivo o cualquier otro día con ganas de desayunar un chocolate caliente con churros? Hoy en día parece que nos hemos olvidado de lo delicioso de este dulce y ya no vemos tantos lugares en los que los hagan, a pesar de que nunca han dejado de estar solicitados por medio mundo.
Cualquier persona que tiene un negocio de hostelería o similar sabe que los churros, con una buena clientela, son una fuente de ganar dinero. Si bien los hay que dudan en hacerse con una maquina para churros, hay días (domingos y festivos) en los que esta máquina podría ser la que más trabaje en el negocio. Invertir en una máquina de churros puede ser lo que marque la diferencia entre el negocio que hemos llevado hasta ahora y el que tendremos de aquí en adelante. Si el problema es el espacio, hay empresas como Inblan que se dedican a diseñar máquinas a medida para que todo aquel que quiera o necesite una máquina de calidad (churreras, palomiteras, freidoras, etc.) y no tenga demasiado espacio pueda ponerle solución.
Si nos planteamos comprar una churrera manual, debemos ponernos en contacto con una empresa dedicada a ello. No bastará con una de segunda mano, no, con la comida no se juega y todos sabemos la cantidad de problemas que pueden surgir si no tratamos las cosas con la importancia que tienen. Confiemos en una empresa con experiencia, que nos dé varias alternativas entre las que escoger y que nos ofrezca garantías y calidad en su producto. Una vez que la máquina pase a formar parte de nuestro día a día, seremos nosotros los que decidamos cómo enfocarla e introducirla en nuestro modelo de negocio. Muchos optan por servir churros todos los días, las churrerías, otros los domingos y festivos y, otros, bares la mayoría, optan por hacerlos cuando quieren, ofreciéndolos al cliente como oferta del día.
Si hay algo que queda claro es que una inversión conlleva riesgos, pero cuando se trata de algo tan solicitado como los churros y sabiendo la pasión que sienten muchos, teniéndolo incluso como tradición el comprarlos los domingos, bastará con saber si nuestro negocio es apto para tener una churrera y ponernos manos a la obra para conseguir que esa inversión resulte lo más rentable posible. Quién sabe, puede que nuestro negocio acabe convirtiéndose en un referente en la venta de este magnífico dulce.