La Kutxa tiene la intención firme de mejorar la diversificación del negocio financiero el próximo año, al tratar de crecer tanto en el segmento de las pymes como de la Banca Corporativa, que se refiere a las grandes empresas. De esta manera, se continuaría con las actuaciones específicas de apoyo a estas entidades y en una franca colaboración con las instituciones público privadas. Este es uno de los objetivos más firmes que se plantea en cuanto a la estrategia de actuación para el próximo año. Además, hay que tener en cuenta que ya fueron aprobadas por la Asamblea de la Caja Guipuzcoana.
Las líneas de actuación fueron aprobadas con el apoyo de todos los grupos, excepto la abstención del PSE, que tiene 18 consejeros y el voto en contra de los 21 de la izquierda abertzale.
Todo este plan se encuadra dentro del Plan Estratégico BAI, que fue aprobado por Kutxa para el período comprendido entre el 2009 y el 2011. EL mismo centra todos los ejes en una mejora de la eficiencia y de la productividad en una gestión responsable y prudente con respecto a las políticas de riesgo.
Además, la Caja plantea seguir adecuando la política financiera al muy complejo entorno actual de los mercados financieros. El objetivo de esto es garantizar niveles sostenibles de liquidez estructural. Por esto, la Kutxa se está preparando para adaptarse a las nuevas normas de liquidez y solvencia que fueron establecidas en el acuerdo de Basilea II, que son mucho más exigente que las actuales.
Por último, hay que mencionar que se tratará de tener la capacidad suficiente para ofrecer líneas de financiación en la economía a los clientes de la entidad en estos tiempos, que se caracterizan por ser muy duros.